Palacio de los Lópes

El Palacio de López, también llamado usualmente Palacio de Gobierno o Palacio Presidencial, es la sede del gobierno de la República del Paraguay, debido a que ahí se encuentra el despacho oficial del presidente de la República. Es uno de los edificios más emblemáticos de la capital paraguaya, Asunción. El palacio, construido a partir de 1857 por el presidente Francisco Solano López, es uno de los hitos históricos más importantes de la capital paraguaya.

El palacio es un edificio de estilo neoclásico de estilo neo-renacentista, en forma de U, con un alto torreón central de planta cuadrada con un pináculo en cada esquina. Se Localiza al lado de la Bahía de Asunción, en el centro histórico de la ciudad.

El terreno donde se levanta el palacio fue regalado al mariscal Francisco Solano López por su padrino, aún durante la presidencia de su padre Carlos Antonio López. Francisco viajó a Europa con el objetivo de contratar a técnicos para las obras necesarias en el país, lo que generó la llegada de varios profesionales que han cambiado la fisonomía colonial de la Asunción. El palacio de Solano López fue diseñado por el arquitecto húngaro FranciscoWisner de Morgenstern y las obras, comenzadas en 1857[1], fueron dirigidas por el inglés Alonso Taylor. Las piedras y maderas que se utilizan en las obras han sido extraídos de diversas localidades en el Paraguay. Los trabajos de hierro forjado fueron realizados en la Fundición de Ybycuí.

Taylor dirigió un gran grupo de artistas europeos, entre los que figuraba el arquitecto italiano Alejandro Ravizza y el ingeniero inglés Owen Mognihan. Este último fue el responsable de las obras escultóricas del interior del palacio, realizadas con piedra de canteras paraguayas. En 1864 llegó a Asunción el arquitecto italiano Andrés Antonini, encargado de la construcción de la escalera de mármol que conduce al segundo piso del edificio y otras piezas decorativas. Las pinturas de los techos del interior con motivos florales y figurativos fueron realizadas por el francés Julio Mornet, ayudado por el pintor paraguayo Aurelio García. Muy mobiliario y espejos fueron traídos de Francia para decorar los interiores.

En 1867 el palacio se encontraba terminado, con sólo algunos detalles pendientes. En el inicio de la Guerra del Paraguay (1864-1870), el presidente Solano López se trasladó a Ñeembucú, donde estaba al mando de sus tropas. El palacio no llegó a ser ocupado por el líder paraguayo, muerto por las tropas brasileñas en 1870. Durante la lucha por la ocupación de Asunción, el palacio fue muy dañado por el fuego de los buques brasileños. Después de la guerra, el palacio fue ocupado por el ejército brasileño, hasta 1876.

Después de un período de abandono, el presidente Juan Gualberto González (1890-1894) ordenó la reforma del palacio para su uso como sede de gobierno, que fue inaugurado en octubre de 1892. El primer presidente de tener su despacho en el palacio fue el general Juan Bautista Egusquiza, en 1894. A partir de entonces el edificio ha sido utilizado como palacio de gobierno.